martes, 6 de noviembre de 2012

EL ÚLTIMO ADIÓS


Teófilo Stevenson Lawrence dejó de existir el 11 de junio de 2012 en La Habana, Cuba, producto de un paro cardíaco a los 60 años de edad. El periodista Jorge Ebro de El Nuevo Herald de Cuba le brindó un último adiós en esta sentida nota:

“Sin quererlo, Emanuel Steward hizo la última referencia en vida a Teófilo Stevenson. Mientras otros comentaristas mencionaban en la transmisión sabatina de HBO los logros de Guillermo Rigondeaux en su etapa amateur, el legendario entrenador pidió la palabra para recordarles a sus colegas que, ‘cuando hablen de boxeadores cubanos amateurs, el más grande es Stevenson’.

Esa frase de Steward acompañará por siempre al triple campeón olímpico, quien falleció el lunes en La Habana víctima de un infarto cardíaco que lo sacó del ring de la vida a los 60 años de edad. Stevenson venció a siete púgiles que luego se convirtieron en campeones profesionales en el peso pesado, pero también pasará a la historia por una pelea que nunca realizó: contra Muhammad Alí.

‘Más allá de cualquier planteamiento político, en el plano puramente deportivo, no cabe duda de que fue el más grande salido de la factoría amateur de Cuba en las últimas décadas’, expresó el profesor y entrenador Roberto Quesada. ‘En sus años de dominio muy pocos lograron derrotarle, vencerlo era una rareza. Se le temía a su pegada. Y quedará flotando la duda sobre lo que hubiera sido de haber pasado al profesionalismo’.

Su última aparición pública se produjo el sábado, horas antes de que Steward se acordase de él en la cartelera protagonizada por Manny Pacquiao y Timothy Bradley, en una caminata junto a Alberto Juantorena, el doble medallista de oro en Montreal 1976 y uno de los directivos del deporte en la isla, y un centenar de figuras olímpicas más para celebrar los Juegos que tendrán lugar este verano en Londres.

A principios de año surgieron rumores de que su salud no estaba del todo bien y Stevenson debió ser internado en una sala de cuidados intensivos. Aunque reportes hablaron de problemas en el hígado –mucho se comentó siempre sobre su adicción a la bebida-, él mismo reveló a la prensa que padecía de problemas cardíacos debido a un coágulo que le habían descubierto muy cerca del corazón.

Con marca de 321-20, la carrera de Stevenson -nacido en Las Tunas el 29 de marzo de 1952- comenzó a tejerse desde su debut a los 14 años, pero sobre a partir de su par de combates con Duane Bobick, primero con una derrota en los Panamericanos de Cali, Colombia, en 1971, y luego con un éxito indiscutible sobre la llamada ‘Esperanza Blanca’ en los Juegos Olímpicos de Munich 1972. Repetiría oro en las citas de Montreal 1976 y Moscú 1980.

‘En el ring su sola presencia era impresionante’, recordó el promotor e historiador Ramiro Ortiz. ‘Por allá por los 70 y 80 no tenía rival. Siempre he rechazado la comparación con Muhammad Ali y de lo que pudo haber sido y no fue, porque eran dos boxeos diferentes. Pero no tengo duda de que habría triunfado como profesional. Hubiera sido el Klitschko (en alusión a los hermanos Vitali y Wladimir) de su tiempo, pero en una versión mejorada, más potente’”.

LA PELEA DEL SIGLO: STEVENSON vs ALÍ


La impresionante actuación de Stevenson en los Juegos de Montreal 1976, donde consiguió su segunda presea dorada, puso al borde de la apoplejía a los fanáticos del boxeo mundial. El famoso promotor ‘Don’ King afirmó: “sería fenomenal como profesional, tiene la misma clase que Alí y Joe Frazier", ambas grandes figuras de los pesos pesados en las décadas del 60 y 70.

A partir de ese momento se vislumbró la llamada ‘pelea del siglo’ entre Muhammad Alí y Stevenson, la cual nunca se concretó por la renuencia de éste a abandonar el boxeo aficionado. Además, Teófilo tenía todas las características para ser el sucesor de Alí: era apuesto, hablaba perfectamente el inglés, tenía buena estatura, magnífico juego de manos y piernas, demoledora pegada y carisma, la misma clase de carisma que tenía Alí. Incluso se parecía tanto a él, que podían pasar como hermanos.

“Todo el mundo quería a Teófilo”, recordó por aquella época Angelo Dundee, el legendario mánager de Alí. “Yo nunca estuve tras de él porque yo tenía al campeón. Tenía a Alí. Tenía al individuo que iba a vencerlo, pero todo el mundo quería a Teófilo, y digo todo el mundo. Iban a darle un millón de dólares. Y un millón de dólares en ese entonces era bastante dinero”.

Visualizando las ganancias multimillonarias que se pudieron obtener con ‘la pelea del siglo’, King llegó a hablar con los directivos del boxeo cubano, quienes le respondieron que también estaban vislumbrando el combate desde los Panamericanos de Ciudad México de 1975, pero que para realizarla se tendría que contar con la aprobación del Presidente Fidel Castro, la cual se comprometieron a gestionar.

Así, con la seguridad de que la pelea se llevaría a cabo, King convenció fácilmente al viejo Alí de que su despedida ideal de los cuadriláteros sería venciendo a Stevenson, el campeón olímpico activo. También logró la aprobación del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) para que en dicha pelea estuviera en juego el título mundial.

Como para ponerle picante al tema, un periodista le preguntó a Alí su opinión acerca de Stevenson y éste contestó: “Es un buen amateur, un peleador de tres asaltos, pero si le ofrecieron US$ 2 millones y no los tomó, entonces es un tonto de maldición”.

Mientras tanto, en Cuba, Fidel Castro, mostró su interés en que se materializara la idea, pero con la única condición de que Stevenson no perdiera su estatus amateur.

Así fue que la Federación Cubana de Boxeo (FCB) propuso que se avalara el montaje de una serie de cinco combates de tres asaltos cada uno, entre el campeón mundial amateur Teófilo Stevenson y el campeón mundial profesional Muhammad Alí, en distintas ciudades de los Estados Unidos, en diferentes días, con un árbitro internacional y -si algún campeón noqueaba al otro- la serie concluiría.

Tanto la Asociación Internacional de Boxeo Aficionado (AIBA), como Don King y el CMB rechazaron esta propuesta cubana, por lo que la pelea nunca se llegó a realizar.

Muchos años después, cuando el legendario Muhammad Alí visitó Cuba en 1996 y 1998, Stevenson le sirvió de anfitrión. Desde Don King hasta Bob Arum, varios promotores le hicieron ofertas millonarias a ‘Pirolo’ que rechazó bajo la frase: “prefiero el cariño de ocho millones de cubanos. Y no cambiaría mi pedazo de Cuba ni por todo el dinero que me puedan ofrecer”.

EL NOMBRE DEL ESCÁNDALO


Teófilo Stevenson fue un extraordinario atleta y un personaje influyente en la política y el deporte mundial. Sin embargo, así como su leyenda dentro del ring crecía, también lo hacían los mitos urbanos sobre sus problemas de violencia y alcoholismo, cubiertos con un secretismo extremo por el gobierno cubano para preservar al símbolo del ‘deporte revolucionario’.

En entrevista exclusiva para El Nuevo Herald de Cuba, publicada en enero del 2006, la periodista Lisette Bustamente, muy conocida en la isla en la década del 80 y que desertara en España en 1992, reveló que fue violada por Stevenson en una habitación del Hotel Tritón de La Habana, luego que éste ganara el Torneo de la Amistad de 1984 -una suerte de premio consuelo para los países socialistas por su ausencia en los Juegos Olímpicos de ese mismo año en Los Ángeles-, además de ser visitada -posteriormente- por agentes de seguridad del Estado cubano, pidiéndole discreción total para no dañar la imagen de la revolución.

El popular ‘Pirolo’ también protagonizó un incidente en el aeropuerto de Miami, el 23 de octubre de 1999, cuando -en aparente estado de ebriedad- le propinó un cabezazo a un empleado de la aerolínea United Airlines, el cual le partió un diente, obligando la intervención de las autoridades.

La policía del condado relató que Stevenson “olía tremendamente a alcohol”. El excampeón fue liberado tras pagar una fianza de US$ 12,500 e inmediatamente emprendió vuelo hacia La Habana, vía México. Aunque, al no presentarse -posteriormente- a la corte fue catalogado como prófugo de la justicia. Una vez en la isla, la prensa resaltó la figura de su ídolo por haber respondido valientemente a una “provocación de la mafia de Miami”.

“Lejos del ring, me cuesta trabajo decir cosas buenas de Stevenson”, apuntó el historiador del boxeo Enrique Encinosa. “Algunas de sus derrotas fueron con púgiles de escaso nivel. Se dejó usar por el gobierno cubano y cumplió una misión de propaganda”.

Sin embargo, en un raro gesto de contradicción con la política oficial, Teófilo se opuso fervientemente a que se condenara al olvido a Rigondeaux, hoy convertido en campeón mundial profesional, luego de su fallido intento de fuga durante los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro 2009. Además pidió públicamente que se le diera otra oportunidad para continuar su carrera.

"ANTES ROJO QUE RICO"


Teófilo Stevenson dijo una vez que prefería el cariño de sus compatriotas cubanos a recibir millones de dólares para saltar del boxeo amateur al profesional. Pues con motivo de la conquista de su primer campeonato mundial amateur, la revista norteamericana Sports Illustrated le dedicó una portada a Stevenson con el título “Antes Rojo Que Rico” y un artículo que decía: “Démosle dos, quizá tres años más, y probablemente tendremos en él a un campeón mundial de los pesos pesados del boxeo profesional... aunque él asegure que no lo hará”.

Esto reflejaba el deseo que muchos tenían que Stevenson deserte eventualmente de sus ideales políticos, ya sea en búsqueda de dinero o para conquistar el tan ansiado campeonato mundial de boxeo profesional. Pero la realidad era que Stevenson tenía una opinión muy clara acerca del rudo y cruel mundo del boxeo por dinero y solo estaba interesado en boxear en representación de su país. Así se mantuvo siempre leal al gobierno de Fidel Castro, rechazando lucrativas ofertas para convertirse en profesional.

Llegó a desechar, incluso, hasta dos millones de dólares por fidelidad a la revolución cubana y para continuar sus estudios. Pese a que diversos expertos coincidieron en que hubiera ganado fácilmente el título mundial de pesos pesados, y con este una fortuna.

“Es el peleador más perfectamente balanceado que yo haya visto jamás”, comentó el legendario entrenador estadounidense Emmanuel Steward.

Asimismo, el expresidente Fidel Castro, un apasionado del deporte, elogió a Stevenson en un discurso pronunciado el 28 de septiembre de 1972: “merece el reconocimiento de nuestro pueblo por sus éxitos deportivos. Él dejó un ejemplo todavía más valioso, cuando dijo que no cambiaría su pueblo por todos los dólares del mundo".

Stevenson fue uno de los deportistas más carismáticos y queridos de la isla, y por eso siempre le perdonaron algunos vicios como su afición por el alcohol.

TRIPLE CAMPEÓN MUNDIAL AMATEUR


En agosto de 1974, se efectúo en La Habana (Cuba) el primer Campeonato Mundial de Boxeo Aficionado, auspiciado por la Asociación Internacional de Boxeo Aficionado (AIBA), con la participación de 272 atletas de 45 diferentes países. Durante la ceremonia de apertura, Teófilo Stevenson fue el abanderado de la delegación cubana.

En este evento, el país anfitrión logró el primer lugar con cinco medallas de oro, una de plata y dos de bronce. La pelea final fue un nuevo clásico entre Cuba y Estados Unidos, que protagonizaron Stevenson y Marvin Stinson, un atleta norteamericano de raza negra con la misma edad y contextura física que Teófilo.

De profesión camionero, Stinson tenía entre sus logros haber sido sub campeón amateur de los Estados Unidos en 1973 y 1974. Sin embargo, esta vez su estilo escurridizo no convenció a los jueces, quienes unánimemente dieron como ganador a Stevenson, consagrándolo por primera vez como campeón mundial amateur.

Al finalizar la pelea se apreció que Stevenson tenía dificultad para apoyar la pierna derecha a causa de una herida que sufrió accidentalmente en el pie. Posteriormente, trascendió que en esas condiciones había librado los tres combates del campeonato.

DOS MÁS PARA TEÓFILO

Cuatro años después, en mayo de 1978 en Belgrado (Yugoslavia), se realizó el II Campeonato Mundial de Boxeo Amateur. En la categoría pesos pesados, los cubanos enviaron al gran Stevenson, quien comenzó noqueando en pocos segundos al ghanés Adamah Mensah.

Por su parte, los soviéticos enviaron a Vysotskiy, quien lamentablemente para sus intereses no pudo pasar de la primera ronda debido a su ya conocido problema de sangrado en los párpados. Mientras que los estadounidenses mandaron al futuro titular de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) de 1985 a 1986, Tony ‘TNT’ Tubbs, a quien el campeón cubano derrotó por decisión unánime -en una final adelantada- en los cuartos de final.

Sus siguientes rivales, el venezolano Carlos Rivera y el crédito local Dragomir Vujkovic, no significaron mayor oposición para Stevenson que logró su segundo campeonato mundial amateur.

Finalmente, en 1986 obtuvo su tercer título mundial amateur, nuevamente en un clásico ‘Cuba-Estados Unidos’, esta vez tras noquear a Alex García con 34 años de edad.

MOSCÚ 1980: LEYENDA OLÍMPICA


Dueño de una derecha demoledora y un magnífico juego de manos y pies, Teófilo Stevenson se consagró campeón olímpico por tercera vez consecutiva en los Juegos de Moscú 1980, tras las medallas de oro obtenidas en Múnich 1972 y Montreal 1976. Con este logro, el púgil cubano se convirtió en uno de los tres boxeadores en la historia que ha conseguido tres preseas olímpicas doradas, junto a su compatriota Félix Savón y al húngaro Lazlo Papp.

“Los Juegos Olímpicos de Múnich y Montreal son los recuerdos más grandes que tuve en mi vida, es la mejor etapa de mi carrera”, recordó con nostalgia Stevenson, este año, en una entrevista para la agencia AP, después que estuvo hospitalizado 15 días por un problema cardiovascular, y poco antes de fallecer.

Después de su gran victoria en Moscú, Stevenson sufrió varios reveses y muchos auguraron el final de su carrera. Sin embargo, el púgil se propuso ganar otra medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984, una gesta que no alcanzó luego que Cuba se sumara al boicot soviético para no asistir a dicho evento realizado en suelo norteamericano. Sin embargo, en 1986 conquistó un nuevo título mundial amateur, al mandar a la lona al estadounidense Alex García.


MONTREAL 1976: NO HAY PRIMERA SIN SEGUNDA


Teófilo Stevenson revalidó su título con igual facilidad en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976 (Canadá), tras haber cedido tan sólo dos derrotas en los cuatro años previos. Para entonces tenía 24 años de edad y se encontraba en la mejor condición física de toda su carrera.

Su primer rival fue el senegalés Michael Drame, a quien noqueó en tan solo dos asaltos. Mientras que en cuartos de final pulverizó al finés Peka Roukola que solamente pudo resistir los 59 segundos que su esquina tardó en lanzar la toalla. En semifinales le tocó enfrentar al estadounidense John Tate, futuro titular del peso pesado de la AMB de 1979 a 1980, a quien los medios locales presentaron en la previa como el ‘Fenómeno’ encargado de liquidar a Stevenson.

Ni bien Tate escuchó el campanazo inicial cargó contra Stevenson y falló. Por el contrario, el primer ataque a fondo del cubano acabó con el norteamericano en la lona, en su propia esquina, listo para escuchar la cuenta definitiva en una ridícula posición. ‘Pirolo’ había demolido a sus tres primeros rivales olímpicos en poco más de siete minutos.

La cadena internacional ABC cubrió la final olímpica entre Stevenson y el rumano Mircea Simon desde Montreal, con el comentarista Howard Cosell y su invitado George Foreman, medallista de oro ocho años atrás y excampeón mundial de boxeo profesional. Simon logró evitar a Stevenson durante los dos primeros asaltos, mientras Cosell apuntaba que el cubano podría ser el próximo campeón mundial de los pesos pesados si se convertía en profesional, a lo que Foreman planteó sus dudas.

Hasta que en el tercer asalto, cuando Stevenson acorraló a Simon y solo necesitó de un derechazo para acabar con él, Foreman terminó por coincidir con lo planteado por Cosell y felicitó personalmente al cubano por ganar su segunda medalla de oro olímpica.